Existen en el mercado muchos tipos de vinilos y muchos tipos de superficies. Cada combinación tiene su técnica de colocación. Ten en cuenta que un vinilo es como una pegatina gigante y que requiere de un poco de pericia para que no te salgan burbujas, para que no se arrugue y para que quede bien pegado. Aquí te explicaremos las técnicas y trucos más habituales para que pierdas el miedo a los vinilos.
Antes de empezar a colocar el vinilo
Antes de nada, asegúrate de tener a mano lo indispensable para colocar el vinilo: un pulverizador con agua y una gota de jabón, cinta de carrocero, una espátula o tarjeta plástica tipo VISA, un trapo limpio, alcohol de farmacia y el propio vinilo.
Ya podemos empezar
El primer ejemplo que te planteamos es el de un vinilo de impresión colocado sobre una superficie que se puede mojar, como un cristal. ¿Sabes lo que es un vinilo de impresión? Aquí encontrarás toda la información sobre los vinilos de impresión.
Primero limpia la zona donde se va a colocar el vinilo con alcohol de farmacia y el trapo limpio para retirar los restos de polvo, grasas, colas, etc. ¡Atención! Evita utilizar productos de limpieza con amoníaco. La cinta de carrocero nos servirá para marcar una guía recta donde colocaremos el vinilo. Con el pulverizador (mezclando agua y jabón) mojaremos la superficie. Acto seguido coloca el vinilo al revés, es decir con la cara del vinilo pegada a la superficie y el papel siliconado por fuera. Una vez colocado, despega de la punta superior el papel siliconado y lentamente tira diagonalmente para quitar por completo el papel siliconado. Vuelve a pulverizar con agua la parte adhesiva del vinilo. Le das la vuelta al vinilo, lo colocas sobre la superficie en el sitio donde marcaste con la cinta de carrocero y con la espátula retira el agua desde dentro hacia afuera. Cuando termines seca toda la zona evitando raspar o dejar rayones.
Si la explicación te ha parecido un poco confusa aquí encontrarás un vídeo explicativo mucho más gráfico.
Más difícil todavía: colocar un vinilo sin agua
Pero no todas las superficies se pueden mojar. ¿Cómo ponemos un vinilo sobre una pared o sobre una madera? Lo haremos en seco, es decir sin agua. El proceso es muy similar pero más delicado ya que el agua nos permite pegar y despegar el vinilo sin que se deforme. Imagínate que queremos colocar un vinilo de corte de un color troquelado (aquí descubrirás todo sobre los vinilos de corte) sobre una mesa de madera. Primero limpiamos la superficie para sacar el polvo y las impurezas. Planteamos el vinilo sobre la superficie y con un extremo pegado vamos colocando el vinilo lentamente con la espátula.
Las malditas burbujas
Uno de los quebraderos de cabeza más habituales en la colocación de vinilos es la aparición de burbujas. Si aplicamos el vinilo con agua es sencillo eliminarlas ya que el agua reposiciona el vinilo con facilidad. Con los vinilos en seco la cosa se complica. Si aparecen burbujas las puedes eliminar aplicando un poco de calor con un secador o un encendedor o pinchándolas con una aguja. Acto seguido alisa el vinilo con la espátula con cuidado de no arrugarlo o pinzarlo.
El mundo infinito de los vinilos
En este blog os hemos explicado los trucos básicos para colocar los vinilos más habituales del mercado. Pero cada vinilo requiere una técnica distinta. Hay vinilos microperforados, vinilos translúcidos, vinilos reflectantes, vinilos glaseados, vinilos para vehículos, vinilos de pizarra blanca o pizarra Velleda… y cada uno tiene sus trucos y recomendaciones.
No os desesperéis si no os sale a la primera ya que la colocación de vinilos requiere un poco de práctica. Si son pequeños os los podéis instalar vosotros mismos, pero en vinilos de gran tamaño seguro que necesitáis ayuda. En Gràfic Centre tenemos un equipo de expertos rotulistas que os asegurarán una colocación impecable para que vuestros cristales, escaparates, mesas o paredes luzcan como nunca.